Sabías que el ejercicio físico…?
1- Aumenta la densidad ósea y previene la osteoporosis, ya que fortalece los huesos, evitando fracturas en individuos mayores.
2- Mejora la autosuficiencia y mantiene un alto nivel de independencia, disminuyendo dificultades o limitaciones funcionales articulares y de otra índole.
3- Aumenta el gasto metabólico y aumenta el consumo calórico (para proporcionar el combustible necesario para la contracción muscular y reduce la grasa corporal).
4- Ayuda a mantener el equilibrio y mejora los reflejos para evitar caídas.
5- La práctica grupal de ejercicio físico facilita la interacción social y la creación de nuevas amistades, que comparten el afán de mantenerse saludables.
6- Mejora la función pulmonar y mejora el rendimiento cardiovascular.
7- Genera un sentimiento de logro y habilidades.
8- Ayuda a regular o prevenir la diabetes. La actividad física optimiza la acción insulínica, lo cual es independiente de la pérdida de peso. Tanto los pre-diabéticos como los diabéticos, se ven beneficiados con la nivelación en los valores glucémicos
9- Mejora la flexibilidad, la escala de movimiento de las articulaciones
10- Aumenta el colesterol “bueno” porción HDL y disminuye el colesterol total y la porción LDL “malo”
Previo a la indicación de la ACTIVIDAD FÍSICA debe efectuarse una historia clínica completa, y un examen físico orientado a la detección de afecciones del aparato cardiovascular, los ojos, la función renal, y/o el Sistema Nervioso.
La actividad que da más beneficios es la caminata. Es muy útil para medir la actividad física un pasómetro (en inglés “pedometer”) que es un pequeño aparato que se coloca en la cintura y contabiliza los pasos que se realizan en un día. Hay estudios que muestran que a mayor número de pasos por día, mejores niveles sanguíneos lipídicos, menor porcentaje de masa grasa. También son efectivos los programas que combinan el ejercicio aeróbico al 50 – 80 % del consumo máximo de oxígeno durante 30 a 60 minutos con ejercicio anaeróbico, de tres a cuatro veces en la semana y un día del fin de semana.
El programa debe ajustarse estrictamente a la situación clínica y cardiovascular de cada paciente, debe usarse calzado y prendas de vestir más cómodas, y ¡A moverse!
Los objetivos nutricionales para un deporte o ejercicio regular son
– Optimizar el entrenamiento, que desarrolle al máximo las posibilidades del atleta
– Reducir la fatiga muscular, retrasar el agotamiento de los músculos con un optimo estado de nutrición
– Favorecer la recuperación reponiendo al final de cada entrenamiento los nutrientes que se utilizaron
– Evitar carencias nutricionales para poder practicar su actividad sin inconvenientes cada día
– Prevenir lesiones musculares y óseas.
Es importante consumir 1 a 4 antes del ejercicio hidratos de carbono – HC- (cereales, almidones y frutas) y proteínas de alta digestibilidad como carnes blancas, lácteos y clara de huevo cocida.
A los 30 minutos de finalizar el ejercicio debe consumir hidratos de carbono simples y proteínas en forma líquida (leche descremada o jugo de soja con azúcar o miel, yogur descremado con frutas y azúcar, licuados de leche con frutas y azúcar).
A las 2 horas de finalizar el ejercicio también debe consumir hidratos de carbono y proteínas en forma sólida
Es igualmente importante un correcto aporte de agua antes, durante y después del deporte.
El nutricionista le indicará las calorías totales diarias acorde a cada individuo y tipo de ejercicio, intensidad y duración, en qué proporción de HC/proteínas ingerir y cómo cubrir los requerimientos de minerales y vitaminas que se consumen en la actividad física.
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