El consumo de cannabis induce una variedad de efectos psicológicos y fisiológicos agudos que varían en intensidad y duración según la dosis, la vía de administración y el grado de tolerancia del consumidor. Los efectos psicológicos agudos incluyen euforia, relajación y sedación (normalmente deseada por las personas que consumen cannabis de forma recreativa), aumento del apetito («bocadillos») y deterioro de la memoria a corto plazo, la concentración y la coordinación psicomotora. Algunas personas experimentan mayor ansiedad, ataques de pánico o paranoia, especialmente en dosis más altas. Los síntomas psicóticos, como alteraciones de la percepción, alucinaciones y delirios, son menos comunes. Los efectos físicos agudos incluyen alteración de la coordinación motora, dificultad para hablar, boca seca, inyección conjuntival (“ojos rojos”), taquicardia, hipotensión ortostática y nistagmo horizontal. El cannabis fumado provoca tos, sibilancias y disnea; aumenta la producción de esputo; y exacerba el asma. Continue reading «Criterios Diagnóstico del Trastorno por Consumo de Cannabis»